Los primeros síntomas de herpes son ardor o dolor agudo y hormigueo o picazón, generalmente de un lado del cuerpo o la cara. El dolor puede ir de leve a fuerte. Luego, se forman ampollas que duran de uno a catorce días. Si el herpes aparece en la cara, puede afectar la vista o el oído. En el caso del herpes zóster, el dolor puede durar semanas, meses o incluso años después de la curación de las ampollas.
No existe una garantía sobre la curación definitiva del herpes. Es una infección potencialmente recurrente (aparecen nuevos brotes en el tiempo). No obstante, hay medicamentos que pueden acortar la duración de las lesiones y disminuir el dolor que provocan.