El mareo se define como una sensación de flotabilidad o inseguridad del paciente respecto al entorno que le rodea.
El vértigo se define como la sensación ilusoria de movimiento del entorno.
Hay que diferenciar claramente entre el mareo-inestabilidad y el vértigo propiamente dicho, porque ambos síntomas pueden obedecer a causas radicalmente opuestas.
Causas. El mareo puede obedecer a causas neurológicas, cardiológicas, metabólicas, etc. y el vértigo propiamente dicho, suele obedecer a causas vestibulares (es decir, originados en la vía vestibular periférica o central).
Las causas más habituales de vértigo suelen ser:
La Enfermedad de Ménière o Hidrops endolinfático: se caracteriza por vértigo rotatorio episódico, asociado a acúfenos (si percibes un sonido que no existe en el entorno, se describe a menudo como “un zumbido, un pitido, un ruido”) e hipoacusia (pérdida parcial de la capacidad auditiva) fluctuante (suele ser unilateral).
La Neuronitis vestibular: caracterizada por crisis única de vértigo rotatorio intenso de 24-48 horas de evolución, sin sintomatología auditiva. Puede dejar inestabilidad residual.
El Vértigo posicional paroxístico benigno: caracterizado por episodios recurrentes de vértigo rotatorio, de segundos de duración y relacionado con determinados cambios posturales.